Tipos de Lupus

28.11.2014 08:22

ay tres tipos de lupus:

  1. Lupus eritematoso sistémico: también conocido por sus siglas: "LES", es el tipo de lupus al que se refiere la mayoría de la gente cuando habla sobre esta enfermedad. El LES es el tipo lupus más grave de todos y puede afectar la piel, las articulaciones, los tendones y otros órganos, como el cerebro, el corazón, los pulmones y los riñones.
  2. Lupus cutáneo (o de la piel): es una enfermedad cutánea que cursa con erupciones en la cara, el cuello, el cuero cabelludo y las orejas. Hay dos tipo de lupus cutáneo: el lupus eritematoso discoide (LED), que puede provocar cicatrices; y el lupus eritematoso cutáneo subagudo (LECS), que no provoca cicatrices. El lupus cutáneo es una forma mucho más rara de lupus que el LES y, a diferencia de este último, no afecta a otros órganos corporales.
  3. Lupus medicamentoso: este tipo de lupus está provocado por una reacción a algunos tipos de medicamentos. El lupus medicamentoso afecta al organismo de una forma bastante similar al LES pero, en cuanto la persona deja de tomar el medicamento, los síntomas suelen desaparecer.

¿Cuál es la causa del lupus?

Nadie sabe realmente cuál es la causa del lupus, pero es evidente que no se trata de una enfermedad contagiosa, de modo que nadie te la puede "pegar" o "pasar". Los científicos consideran que algunas personas son más proclives que otras a desarrollarlo debido a factores que ellos no pueden controlar, como los siguientes:

  • ser de género femenino (las chicas y las mujeres desarrollan lupus en muchas más ocasiones que los chicos y los hombres)
  • ser de determinada raza (las personas de origen africano, asiático o latino y los indios americanos tienen más probabilidades de desarrollar lupus que las personas de raza blanca)
  • tener uno a varios genes que incrementan las probabilidades de desarrollar lupus (aproximadamente el 10% de la gente que padece lupus tiene un pariente afectado por esta enfermedad)

A veces un estrés intenso o el hecho de sufrir una infección importante pueden actuar como desencadenantes de la enfermedad, aunque ninguno de los dos se pueda considerar como su causa. Si los genes de una persona la hacen proclive a desarrollar lupus, el hecho de someterse a un fuerte estrés o a una fuerte infección puede provocar la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad.